Críticas

Fina de Calderón

El dibujo sumamente cuidado se pone al servicio del objeto-tema, lo trata con respeto, lo reproduce con minucia, se compromete decididamente con sus bordes o límites... hasta el límite, y nos entrega limpio, exacto, real, y no sólo es eso: viene potenciado en su ser-objeto, como diría Hessen, en su ser-para-ser-mirado, destacándose como protagonista al hallarse en contextos neutros o apenas delineados. Viene valorizado por una descripción pictórica que se retira en silencio; viene magnificado en su propia sencillez. Soler-Miret es mistagogo de entes usuales elevados a la categoría de entes contemplables. Al salir de sus pinceles el objeto es más "objeto" que nunca.

  • 1982